La Fraternidad – Misiones Humanitarias Internacionales (FMHI) celebró en Luanda (Angola), los días 15 y 21 de noviembre, y 8 de diciembre, tres encuentros de capacitación sobre educación para la superación del trauma. Participaron 21 profesores, profesionales administrativos de la Escuela Esperanza y educadores de la Obra de Caridad de la Infancia Santa Isabel (OCSI).
Para entender el contexto de actuación de estos participantes, se realizaron dinámicas en las que pudieron exponer y reflexionar sobre las facilidades y desafios enfrentados en su tarea cotidiana y cómo gestionar las situaciones de estrés en sus vidas.
La directora y profesora de la Escuela Esperanza, Ana Rodrigues de Andrade, explica que «la formación contribuyó a actualizar la información, ya que trabajamos con niños de realidades diferentes, con dificultades diversas y que se comportan de forma diferente unos de otros. Con las reuniones pudimos adquirir nuevas herramientas para comprender y trabajar con estos niños. Los métodos y los juegos nos van a ayudar mucho en lo que les transmitiremos».
A través de experiencias lúdicas y juegos colaborativos, utilizados para equilibrar emociones y sentimientos, los participantes de la capacitación pudieron probar estrategias pedagógicas que ayudan a niños y jóvenes que atraviesan situaciones traumáticas. Entre ellas, versos, cuentacuentos, dinámicas para mejorar la comunicación, la atención, la concentración y talleres de acuarela.
«Hay muchas cosas que aprendí con la formación, pero la transferencia de saberes nos ayudó sobre todo a trabajar la empatía y la capacidad de ponernos en el lugar de los niños. Nos mostró la importancia de la comprensión», dijo Ingracia Neto Amoroso, estudiante de Trabajo Social y también profesora de la Escuela Esperanza.
Procesar las emociones
Según los preceptos de la educación orientada a la superación del trauma, «afrontar las experiencias traumáticas en la infancia depende esencialmente de que el niño logre experimentar y procesar sus propias emociones» y para que esto ocurra, explica el director de Educación en Emergencias de la Fraternidad – Misiones Humanitarias (FMHI), Anderson Santiago, es necesario que los profesores, educadores, voluntarios y profesionales que trabajan en situaciones de crisis, emergencias y respuestas humanitarias trabajen también la expresión de sus propias emociones y puedan así ofrecer el apoyo necesario a quienes han experimentado un trauma.
Las personas que atraviesan situaciones traumáticas pueden tener dificultades para expresar sus experiencias y emociones con palabras, por lo que es importante encontrar medios alternativos de expresión creativa. Al escribir diarios, cartas y relatos, el niño puede procesar y afrontar experiencias, emociones, recuerdos y pensamientos traumáticos. La pintura, el dibujo y la música pueden ayudarlo a entrar en contacto con sentimientos silenciados, darles forma o incluso disolverlos.
«Nunca se puede empezar una actividad con niños sin que haya una motivación, sin entender cuáles son las necesidades de cada uno, por eso la importancia de aprender nuevas dinámicas», dice el profesor Sabino Fernandes, que añade: «durante la formación pudimos intercambiar ideas, compartir nuestras dificultades como profesores. El estado de aprendizaje nunca se detiene, debemos aprender cosas nuevas todos los día».