La técnica puede contribuir a mitigar los problemas experimentados por las víctimas de crisis humanitarias
Misioneras de la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI) participaron de una formación online sobre Diseño Terapéutico, realizada en siete encuentros, e impartida por el equipo de Pedagogía de Emergencias de España.
La práctica de los diseños terapéuticos podrá ser utilizada tanto en albergues bajo la dirección de la Fraternidad – Humanitaria (FFHI), como en misiones en las que está llamada a colaborar, en Brasil o en otras regiones del planeta.
“Esta forma de trabajar con el arte puede ayudar a personas que atraviesan momentos difíciles, como en una crisis humanitaria, por ejemplo, porque pueden descubrir su potencial y elevar su autoestima. También puede traer calma al entregarse a algo nuevo, diferente a lo que se está experimentando en este momento. Y si el docente actúa con respeto y amor, puede ayudar mucho en la actividad ”- explica la misionera Lucía.
Trazando contornos, analizando sentimientos
La misionera señala que en situaciones caóticas y traumáticas, el dibujo figurativo coloca a la persona frente a un objeto, lo observa y lo ve como algo real. “Un contorno curvo y no recto, por ejemplo, evita la pérdida de la realidad y fortalece la organización interna, ayuda a la persona a centrarse. Puede reconocer el mundo y amarlo a través de esta experiencia del dibujo, que, sobre todo, aporta tranquilidad y precisión”, analiza Lucía.
En este tipo de dibujo se lleva a las personas a mirar fuera de sí mismas, conectándose con lo que están observando, además de ejercitar interés por la acción, creando trazos, líneas o una superficie coloreada, alcanzando la forma que se encuentra delante ellas.
La idea fue crear un ambiente o atmósfera con los colores del arcoíris, que son luminosos, hermosos. «El arco iris nos trae alegría, una cálida entrega de amor a todos los seres del mundo».
La propuesta en este ejercicio, según la misionera, es crear un juego entre la luz y la oscuridad. «Se necesita fuerza y coraje para entrar en la oscuridad», señala.
El proceso es más importante que el resultado
“El curso fue muy bueno. Hicimos un ‘paseo’ por medio del arte del dibujo de una forma terapéutica. Al final de cada una de las clases sentí paz interior” – dice Lucía, evaluando que el proceso en el diseño terapéutico es más importante que el resultado. «Puede proporcionar alegría y satisfacción, cuando nos damos cuenta de que estar enteros en la acción trae resultados sorprendentes».