Fraternidad – Federación Humanitaria (FFHI) – Una organización al servicio de la fraternidad, como su nombre indica. Fraternidad, del latín frater, significa «hermano». Imbuida de un espíritu de fraternidad y altruismo, nació la Fraternidad – Federación Humanitaria Internacional (FFHI), que acoge a todos los credos, culturas y religiones y difunde la fraternidad entre todos los Reinos de la Naturaleza.
El gesto fraterno se expresa en las acciones desarrolladas por la Fraternidad – Federación Humanitaria (FFHI), que creó la afiliada Fraternidad – Misiones Humanitarias Internacionales (FMHI), para desempeñarse en el servicio humanitario internacional y, a través de la dedicación altruista de sus servidores, presta asistencia humanitaria a personas en situación de riesgo, vulnerabilidad socioeconómica y emergencia.
Dos proyectos con actividades relacionadas con la educación dilucidan las acciones desarrolladas por la Fraternidad- Misiones Humanitarias (FMHI): la Misión Roraima Humanitaria, a través de las actividades desarrolladas por el Centro Cultural e de Formación Indígena (CCFI), y la Misión Angola Humanitaria.
Las Misiones expresan aspiraciones de fraternidad en la construcción de una cultura de paz.
El director de Educación de Emergencia de la Fraternidad – Misiones Humanitarias (FMHI), Anderson Santiago, destaca sus impresiones sobre la fraternidad en el contexto de la educación: «Estar presente y tender la mano, una mirada o un objeto necesario al otro, como diciendo: ‘sigamos caminando’. Como hermanos, en esta gran familia humana, podemos multiplicar los actos de amor, compartiendo lo que tenemos de más valioso: los unos a los otros. Demostrando que la educación es la clave para encontrarse a uno mismo, incluso en situaciones de emergencia. Un poeta dijo una vez: «Yo soy el otro». Esta es la importancia de la fraternidad: unos por otros, por el Bien Común».
Fray Thomas, asistente de Dirección Regional de la Misión Roraima Humanitaria, comenta sobre la corresponsabilidad en la búsqueda del bien común en relación a los desafíos vividos en el proceso de migración venezolana y acoger a los indígenas: «Son grupos de una cultura singular, con su diversidad cultural y vulnerabilidad y ‘tener que adaptarse’ en el espacio urbano en territorio brasilero es una situación compleja. La búsqueda de desarrollo y de soluciones duraderas para los migrantes nos permite estar hermanados sin fronteras, sin diferenciación cultural y con este espíritu de buscar reconstruir este vínculo como una familia, respetando siempre los valores, el origen, la cultura y, a partir de esto, construir los lazos de servicio, de fraternidad dentro de la respuesta humanitaria», reflexiona.
Para Fray Thomas, la fraternidad abarca un sentido de compromiso y de pertenencia: compromiso con el bien común, con el otro, con el planeta como hogar que alberga a todos los seres. «Esto nos une en torno a un proyecto de construcción de un mundo nuevo, porque la fraternidad, el amor, el perdón, la capacidad de estar juntos es un aporte muy fuerte a los principios que nos unen como hermanos, que es el significado de la palabra fraternidad. Son valores y principios seguidos por la Fraternidad – Federación Humanitaria (FFHI) en todos sus afiliados en su tarea de servicio, ya sea humanitario o incluso en el ámbito social», subraya.
Continúa: «Responsabilidad por el bien, por la paz, por la construcción colectiva de sociedades para un mundo mejor, donde la gente respete, tolere y pueda reconstruir esta idea de una familia planetaria, universal, de un sentimiento de fraternidad, que atraviese a todos los pueblos, razas y culturas en torno a un destino común».
Una fecha para recordar
En otro contexto geográfico y de demanda humanitaria, la Madre Teresa, monja de la Orden Gracia Misericordia y servidora humanitaria que forma parte de la Misión Angola, comenta sobre la acción fraterna: «Colaborar en el despliegue de potencialidades y hacer de la vida cotidiana un campo de nuevos descubrimientos a través de actividades que estimulen la creatividad, la alegría, la mansedumbre y, consecuentemente, un campo relacional basado en la cooperación y la solidaridad».
«La fraternidad es el ancla de salvación de la humanidad. O somos hermanos o todo se derrumba». Estas son las palabras del Papa Francisco. El 4 de febrero de 2019, Su Santidad y el Gran Imán de Al-Azhar, el jeque Ahmad El Tayyeb, firmaron en Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, el histórico documento denominado «Fraternidad humana para la Paz Mundial y la Coexistencia».
Un año después, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 4 de febrero Día Internacional de la Fraternidad Humana, en el primer año de la crisis sanitaria mundial, generada por Covid-19.
Al celebrar la fecha en 2022, el Secretario General de la ONU, António Guterres, reflexionó sobre la importancia del entendimiento cultural y religioso y del respeto mutuo entre los pueblos. Dijo: ”Agradezco a los líderes religiosos de todo el mundo que están uniendo sus manos para promover el diálogo y la armonía interreligiosos». Se refirió al documento del que son coautores el papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, el jeque Ahmad Al Tayyeb, calificándolo de modelo de compasión y solidaridad humana. «Necesitamos ese espíritu más que nunca», subrayó.
En su discurso, destacó el aumento de la incitación al odio, la intolerancia, la discriminación e incluso las agresiones físicas contra personas por su religión o creencias, etnia, sexo u orientación sexual, y calificó estos actos «atroces» de violaciones de los derechos humanos y afrentas a los valores de las Naciones Unidas.